Fabricación bajo un mismo techo
Nuestra fábrica de chapa metálica se extiende a lo largo de 11.000 metros cuadrados, lo que nos permite realizar a la perfección la fabricación de chapas metálicas, el acabado de superficies y el montaje, todo bajo un mismo techo. Utilizando un conjunto diverso de técnicas avanzadas como la pintura, el anodizado y la galvanoplastia, garantizamos una calidad impecable y una durabilidad duradera. Nuestros chapistas altamente cualificados cuentan con una media de 10 años de experiencia. Aplican hábilmente métodos adecuados de acabado de superficies para mejorar la funcionalidad, la estética y las propiedades de sus productos metálicos.
Fabricación bajo un mismo techo
Tecnologías de acabado
Máximos procesos de acabado
Años de experiencia
Este método consiste en propulsar arena u otros abrasivos a gran velocidad sobre chapas metálicas. Como resultado, se imparte una textura mate a los componentes metálicos, preparándolos para el revestimiento.
El pulido con pulidor es la técnica de alisar y pulir superficies con un compuesto abrasivo y un disco pulidor giratorio.
Consiste en aplicar pintura en polvo directamente sobre el componente metálico y, a continuación, cocerla en un horno para crear una capa protectora duradera.
Consiste en aplicar directamente pintura en polvo al componente metálico y, a continuación, cocerlo en un horno para generar una capa protectora duradera.
El anodizado mejora la resistencia a la corrosión de un componente, al tiempo que aumenta la dureza y durabilidad de su superficie.
Tratamiento superficial del metal para reducir la susceptibilidad a la corrosión mediante la formación de una capa protectora de óxido en su superficie.
El óxido negro es un proceso de tratamiento de superficies que crea una capa de óxido negro resistente a la corrosión en las superficies metálicas, mejorando tanto la estética como la durabilidad.
La galvanoplastia es el proceso de aplicar un revestimiento metálico a un material base mediante una solución electrolítica con el fin de mejorar la estética, la resistencia a la oxidación y otras propiedades.
La técnica de depositar una fina capa de metal sobre la superficie de un objeto para mejorar su aspecto, resistencia a la corrosión y otros atributos se conoce como galvanoplastia. Para ello se suelen utilizar métodos electroquímicos.
El grabado por láser es un medio preciso de inscribir o imprimir patrones y texto en materiales como el metal, la madera y el plástico, lo que permite personalizarlos.
La serigrafía, a menudo conocida como impresión serigráfica, es un método de aplicación de tinta a superficies, normalmente tela, mediante una plantilla de malla para crear diseños, logotipos e ilustraciones personalizados.
El cepillado es una técnica de acabado de superficies que utiliza cepillos abrasivos para crear un aspecto texturado o satinado en las superficies metálicas, aumentando el atractivo visual y disminuyendo el brillo.
Los tratamientos superficiales mejoran la dureza y durabilidad del metal, haciéndolo más resistente al desgaste.
Los métodos de acabado pueden reducir la reflectividad, haciendo que las superficies metálicas sean menos propensas al deslumbramiento.
Los tratamientos superficiales como la pintura, el anodizado o el chapado protegen el metal de la corrosión y prolongan su vida útil.
Algunas materias primas poseen niveles de dureza que pueden no cumplir los requisitos de las aplicaciones finales, por lo que necesitan un tratamiento adicional para mejorar su dureza y resistencia. El acabado de superficies ofrece una solución ideal para resolver este problema.
El acabado de chapa mejora la estética de las superficies metálicas, haciéndolas más atractivas a la vista.
Cuando los componentes necesitan mejorar su conductividad eléctrica para usos específicos, un método consiste en aplicar una capa conductora a las superficies de los componentes como parte del proceso de acabado.
La selección de materiales puede plantear retos para los tratamientos superficiales. Consulte a nuestros expertos para determinar qué acabado se adapta mejor a sus materiales y a la aplicación del producto.
La secuencia de cada proceso puede influir en el producto final. Planifique el flujo de trabajo con nosotros de antemano para que podamos identificar el tratamiento de superficie adecuado que se ajuste a la estructura general de su producto.
Con décadas de experiencia, nuestros cualificados trabajadores dominan diversas tecnologías de acabado de superficies y pueden ayudarle a encontrar la más adecuada para sus necesidades.
Factores ambientales como el calor, la humedad, las vibraciones y la luz influyen en el rendimiento de las piezas. Las piezas de exterior y metálicas necesitan una dureza elevada. Para soportar la exposición a productos químicos, hay que dar prioridad a la resistencia a la corrosión.
Nuestro proceso de toma de decisiones se guía por factores como la vida útil prevista del producto y su periodo de uso previsto.
Conseguir el mejor acabado superficial exige una preparación meticulosa y un procesamiento cuidadoso. Es fundamental encontrar un equilibrio entre el uso de materiales de alto rendimiento y las limitaciones presupuestarias. De este modo, podrá satisfacer eficazmente las necesidades de su empresa sin sobrecargar sus recursos.
Una vez recibidos los diseños, nuestro equipo de asesores profesionales colaborará con usted para trabajar en su proyecto.
Realizaremos un análisis DFM de su diseño e intentaremos proporcionarle un presupuesto en un plazo de 2 horas.
La fabricación rápida agilizará la producción de sus productos, con plazos de entrega tan cortos como 7 días.
Desde pintura y anodizado hasta galvanoplastia y mucho más, disponemos de una completa selección de acabados superficiales, todos realizados en nuestras instalaciones.
Las sólidas alianzas con empresas de logística de confianza garantizan que su pedido se entregue de forma segura y puntual.
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